Exposición del Presidente Carlos Iannizzotto en Mendoza

Abr 11, 2018

Es fuente de regocijo que el cooperativismo muestre la fortaleza de este último tiempo. Uno puede ver el potencial que tiene CONINAGRO, visitando y viendo el trabajo junto a sus cooperativas. El trabajo que hacen es formidable y el protagonismo es impresionante en cada zona, en cada parte y rincón del país. Queremos darle el protagonismo que se merece el asociativismo en todas las regiones de la Argentina. Es por eso que quiero plantear tres conceptos fundamentales para que esto sea posible :
En primer lugar, la globalización. Cabe decir que es un hecho que nos afecta mucho más allá de los efectos positivos que pueda tener.
El cooperativismo no demoniza a nadie ni mucho menos a la globalización.
Debemos saber que la globalización tiene un proceso fuerte de “desespacialización”, es decir, un encuentro cultural y social fuera del espacio. Es el gran fenómeno actual y tiene su correlato en la producción, que tiene relación con la geografía. Cualquier medida que se tome en cualquier parte del mundo, nos incide directamente. Este es el gran rasgo que no podemos dejar de advertir como cooperativistas.
El segundo término que debemos considerar es la concentración. Actualmente, dos empresas que están enfrentadas, de golpe se unen. Es todo rápido, de un momento para otro. Estamos viviendo una concentración que es inevitable. Nos guste o no. Podemos discutirla filosóficamente entre productores, pero no la podemos desconocer.
Por último, el tercer concepto es la vulnerabilidad. Es un concepto ontológico, vinculado al ser humano. Sin embargo, en la producción también hay una vulnerabilidad que es cada vez más grande. En este punto, debemos saber que nuestras producciones deben ser sustentables, no solo para que podamos subsistir.
Nosotros no podemos solo subsistir sino también ser sustentables. No nos merecemos tener un grado de subsistencia menor. Para vivir dignamente es que tiene razón de ser el asociativismo.
La sustentabilidad del sector le da el marco al cooperativismo y les da presencia a instituciones como CONINAGRO.
En este sentido, nuestro plan estratégico en CONINAGRO cuenta con tres grandes ramas fundamentales:
El primero, el humano. Estamos en la era del conocimiento, pero eso no reemplaza la tarea de trabajar en equipo. La necesidad de la presencia del otro, la existencia de un cooperativismo fortalecido en la sinergia colectiva. Los personalismos en la Argentina deben terminar para darle lugar al consenso y al trabajo en equipo.
Todo lo humano debe estar fundado en valores y virtudes. Consideramos que la era del conocimiento tiene que estar basada en virtudes y valores vinculados a todo lo que dignifica a la persona. Si no, no sirve. Ser buena persona y tener valores es buen negocio. Y el cooperativismo quiere poner ese sello.
Es por eso que creemos que cada uno de nosotros podemos poner la semilla para que la justicia y la productividad sean valores fuertes en Argentina.
Segundo punto: Nuestro plan estratégico está orientado a la innovación y tecnología. CONINAGRO está fortaleciendo su aporte técnico para que sus cooperativas estén fundadas en el reconocimiento de su trabajo. El cooperativismo puede darle trabajo al país y al desarrollo local. Nuestro país debe expandirse y podemos ayudar en eso. Estamos en todos los rincones de la Argentina.
Queremos que los funcionarios entiendan que podemos cooperar en hacer una Argentina más federal y productiva. Es nuestro segundo punto en nuestro plan estratégico. Estamos intentando ponernos en presencia activa de las medidas políticas que no son favorables para la productividad.
A mediados de junio, apoyamos la gestión del gobierno. Fue una línea delicada, pero estamos convencidos que cuando uno se manifiesta con argumentos y con respeto, el cooperativismo no puede quedarse callado.
El cooperativismo no tiene partido, ni política partidaria, pero no tenemos dudas que la gestión que la Argentina tiene hoy es la que más favorece a la ruralidad. Nos permiten opinar y proponer proyectos e ideas que en los últimos 12 años no pudimos.
Por último, el tercer pilar en el actuar de CONINAGRO es lo que está vinculado al trabajo de las CARes (Comisiones Asesoras Regionales). El objetivo que perseguimos con esto es hacer de Argentina un país más federal, con una descentralización y fortalecimiento de nuestros dirigentes en cada rincón del país, con participación en lo gremial, en la mesa de enlace, etc.
Necesitamos unidad en muchos debates y medidas que estamos intentando impulsar en diálogo fluido con los diferentes actores del país. Además, las alianzas son importantes. El cooperativismo debe abrirse al mundo. Es una forma de fortalecernos para producir en escala. Alianzas estratégicas con el gobierno, con los gremios, con instituciones tanto públicas como privadas.
Hoy el problema no es la plata. El problema es el empleo. Debemos enfocarnos y trabajar en cómo crear empleo, porque la innovación y la revolución tecnológica está sucediendo en el país y expulsa el empleo. Eso no le conviene a nadie.
El cambio de paradigma debe ser enfrentado por el cooperativismo, pero solo tendrá éxito si todos estamos unidos. Si hay consenso, hay asociativismo.
El cooperativismo es un gigante dormido. La posibilidad que tenemos de ayudar al país con trabajo y producción es muy grande y debemos aprovecharla. Juntos podemos hacer grandes cosas.