El pasado 10 de julio, el Senado de la Nación, convirtió en ley, un paquete de proyectos que venían con acuerdo de la Cámara de Diputados. Uno de ellos, altera y atenta peligrosamente contra uno de los elementos centrales para el financiamiento productivo pyme en el país, el Sistema de Sociedades de Garantía Recíproca, ya que deroga los incentivos impositivos, tanto de la emisión de avales, como de los aportes a los fondos de riesgo, que constituyen la fortaleza del sistema de garantías en la Argentina
Como su nombre lo indica, las SGR, ofrecen avales para el acceso al crédito, ya sea bancario o en el mercado de capitales, en las mejores condiciones posibles para las pymes. En un país cuyo tejido empresarial está conformado casi en su totalidad por pymes, que representan más del 50% del empleo registrado, el acceso al financiamiento es fundamental y primordial. En la Argentina, el crédito privado, representa cerca del 10% del PBI, muy por debajo del promedio de la región, y escandalosamente bajo para los niveles de crédito en economías desarrolladas. Como lo revela un reciente informe de la Cámara Argentina de Sociedades y Fondos de Garantía (CASFOG), 1 de cada 3 créditos bancarios otorgados a MiPymes en Argentina se emite con el aval de una SGR.
Desde hace casi treinta años, el sistema de SGR ha sido una herramienta esencial para abrir puertas que de otro modo muchas MiPyMEs no podrían cruzar: el acceso al financiamiento formal. Las garantías que brindan las SGR permiten que bancos y otras entidades financieras confíen en nuestros productores y ofrezcan líneas de crédito más accesibles, con mejores plazos y condiciones.
Este sistema llega a todos los sectores productivos y a todas las provincias, fortaleciendo el entramado productivo y generando igualdad de oportunidades entre empresas grandes y chicas, urbanas y rurales, industriales, comerciales o de servicios.
Las SGR son, además, un motor de inclusión financiera, porque permiten que miles de productores y empresas se integren al sistema formal, se capaciten, mejoren su historial crediticio y puedan planificar inversiones a mediano y largo plazo. Todo esto impacta directamente en el desarrollo local y regional, porque más crédito PyME significa más producción, más empleo y más actividad económica en cada rincón del país.
Por ello, desde CONINAGRO respaldamos fuertemente el Sistema de SGR, y esperamos que se retrotraiga esta medida, que representa un daño para las pymes y los productores agropecuarios argentinos.
